Hoy ya nadie da la vida por una causa, ni salvan princesas en castillos de altas torres (asumiendo que aun hay princesas y valientes para ellas). Quizá este mundo ya no sea el mismo, el mismo que por muchos dieron la vida en hazañas épicas, donde solo importaba el honor y la familia, un amor tranfugo al lado del río y un justo escape para robar a la damisela. Ya nada de esto se ve por las calles de asfalto, si es que con suerte hay un árbol y un prado chico y feo, hediondo a caca de perro, lleno de paquetes de plástico, como adornando el mismo infierno mercantilista de la navidad, pero esta vez en un árbol cualquiera, uno no gringo, uno de verdad verde y vivo. Por eso ya nadie da la vida, por que estamos aquí para producir y morir, para comprar cosas, para comprar casas para guardar las cosas y tener mas cosas, para tener 1 o 2 hijos, una esposa (si es que dura para eso), un lindo sofá, una tele enorme y quizá un quipo para torturar a los vecinos. Por eso estamos como estamos, por que ya nada es tan importante, por que nadie toma las manos de los otros, solo tomamos su dinero manoseado o lo que sea que nos puedan entregar y luego nos reímos de lo llenos que quedamos, sin haber dado nada a cambio. Y así no mas es como seguimos… por eso nos estancamos, por que luego de las princesas en los balcones lo único que rescatamos es una moneda, moneda que nos detiene y mas nos aleja de eso que todos decimos extrañar, de eso que alguna vez pensamos que era el amor, de eso que nos hizo creer en dios, de eso que alguna vez llamamos niñez,… de los sueños… de un cariño… de un beso del corazón… por esto hoy estamos muertos cuando nacemos, por que nada es tan bueno como para luchar por ello,… por eso nuestros nombres no estarán en los libros,… por eso no seremos un historia y menos una leyenda… por eso nadie da la vida por nadie… por que nada es como debería ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario